PAULO ESCOBAR-ELORZA
FIREWORKS
CUADERNOS DE VIAJE
ZIBALDONE, Catálogo de lugares comunes...
STORYBOARD
Los cuadros de la serie Storyboard se inspiran en las transformaciones que sufre el espacio cotidiano bajo la mirada del cine, y en la importancia del lenguaje cinematográfico en la construcción de nuestros imaginarios. En ellos me sirvo del paisaje urbano por su cualidad de lugar familiar y accesible a la experiencia del observador, y por el potencial simbólico y narrativo que puede ofrecer al ser sujeto de una puesta en escena que pervierta, precisamente, esa visión de familiaridad.
De esta manera utilizo la imagen de la ciudad como metáfora de las relaciones buscando crear escenarios de encuentros o de rupturas. Un punto de tensión entre el adentro y el afuera, entre lo pasado y lo presente, entre lo relativo y lo absoluto... Dialécticas ocultas tras los pliegues de lo cotidiano y dispuestas para ser descubiertas, intuidas, reinterpretadas y enriquecidas por la mirada del observador.
Box-Office Óleo sobre madera, 46 x 55 cm. 2011
Time Out Óleo sobre madera, 46 x 55 cm. 2011
Firework Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011
Bye Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011
Afterglow Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011
Roundabout Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011
Summertime Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011
Beware of the Dog Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011
EL JARDIN SECRETO
Barcelona, otoño de 2010
Jardín 12 (El Héroe) 2010, Óleo s/tela 46 x 55 cm.
Jardín 10 (Resplandor Crepuscular) 2010, Óleo s/tela 61 x 46 cm.
Jardín 09 (El sendero) 2010 Óleo s/tela 46 x 61cm.
Jardín 08 (2010) Óleo s/tela 81x 60 cm.
Jardín 07 (2010) Óleo s/tela 81 x 100 cm.
Jardín 06 (2010) Óleo s/tela 81 x 100 cm.
Jardín 03 (2009) Óleo s/tela 81 x 100 cm.
Jardín 01(2009) Óleo s/tela 81 x 100 cm.
>>>EN TRÁNSITO
En el verano de 2007 comencé una serie de pinturas realizadas a partir de imágenes de Santiago de Chile, obtenidas desde una red de cámaras de vídeo-vigilancia emplazadas sobre la ciudad para el control del tráfico. Lo que en un principio pretendía hablar sobre la fragilidad de los recuerdos en esa peculiar manera de estar a solas que supone la experiencia migratoria, se fue convirtiendo en una reflexión en torno a las relaciones que iba descubriendo entre memoria, distancia y lugar. Curiosamente, la nostalgia me obligaba a mirar el territorio con otros ojos, y al tratar de reconstruirlo mediante este "dispositivo remoto" estaba propiciando ese distanciamiento de la mirada que en pintura hace posible la concepción del paisaje.
Barcelona, otoño de 2009.