PAULO ESCOBAR-ELORZA

FIREWORKS

Fireworks es un ejercicio en el que un conjunto de paisajes comunes se ven transformados por la acción del fuego. El fuego como elemento simbólico y como articulador de las estructuras narrativas, y el fuego como problema pictórico en torno al cual se organiza toda la composición.

Básicamente ese es el punto de partida. La búsqueda de cierta imagen mental almacenada en mi memoria, probablemente compuesta de muchas otras imágenes y sensaciones y recuerdos que tanto pueden ser reales como inventados… Una hora, una temperatura, la soledad de un paisaje cualquiera. Un escenario anodino y casi desprovisto de referencias particulares que sin embargo se vuelve extrañamente familiar a pesar de su neutralidad. Y en medio de eso el fuego. Como un accidente que transforma ese momento vago en un acontecimiento y rescata a la imagen desde su pasado brumoso para situarla en un presente impreciso.
 
 
 
 
FW-001  (2014)
Óleo sobre tela, 50 x 50 cm.
 

 
FW-013  (2014)
Óleo sobre tela, 46 x 55 cm.
 

 
FW-025  (2014)
Óleo sobre tela, 50 x 50 cm.
 

 
FW-037  (2014)
Óleo sobre tela, 46 x 55 cm.
 

 
FW-044  (2014)
Óleo sobre tela, 27 x 41 cm.
 

 
FW-045  (2014)
Óleo sobre tela, 24 x 41 cm.
 
 

CUADERNOS DE VIAJE


“Cuadernos de Viaje” es una serie de pinturas inspiradas en los paisajes de mi infancia. Fueron hechas durante un viaje a la ciudad de Ovalle, en Chile, luego de varios años viviendo en Europa, y supuso redescubrir estos lugares con una mirada nueva, alejada de la percepción cotidiana que los va volviendo invisibles. Pienso que de cierta manera es lo que busca la pintura de paisaje: recuperar el mundo y retener en imágenes lo existente que se ha vuelto habitual con el uso diario.
 
Recoger el entorno cotidiano en un lenguaje que agudice la atención, para volver a atrapar esos mundos que estaban ya medio olvidados y reanimarlos con los sentidos.
 
 



Medianoche (2014)
Óleo sobre tela, 80 x 80 cm.
 



Diciembre (2014)
Óleo sobre tela, 80 x 80 cm.


 
Nocturno 03  (2014)
Óleo sobre tela, 50 x 50 cm.


 
Nocturno 04  (2014)
Óleo sobre tela, 50 x 50 cm.


 
SurOeste  (2014)
Óleo sobre tela, 50 x 50 cm.


 
Tarde  (2014)
Óleo sobre tela, 80 x 80 cm.

ZIBALDONE, Catálogo de lugares comunes...



08 Nov 2012 – 08 Dic 2012     
www.galeriacontrast.com  Consell de Cent 281 – 08011 – Barcelona (+34) 934543393 




Durante el siglo XIV, en Florencia, se popularizó una peculiar forma de producción de libros: el Zibaldone o libro mezcolanza.

Era un códice de papel, generalmente de pequeño o mediano formato, muy distinto a los grandes folios de los libros de copia o de registro de los escriptorios, redactado en letra cursiva y totalmente desprovisto del revestimiento y las ornamentaciones de los ejemplares de lujo. El Zibaldone contenía una asombrosa variedad de textos devotos, técnicos, documentales o literarios, extractados y organizados por su dueño sin que parecieran respetar un orden discernible.  Una yuxtaposición sin sentido aparente de listas de la compra, tasas de cambio de divisas, recetas de brebajes medicinales, bocetos, miniaturas y citas de poetas clásicos que retrata a la perfección el desarrollo de la lectura y la escritura en el mundo secular, fuera del ámbito religioso que las había monopolizado durante toda la Edad Media.
                   
Básicamente funcionaban como una caja de herramientas: se recopilaban citas, frases, datos,  dibujos e información de diversa procedencia (o contexto) para reutilizarla (o re-contextualizarla) en la elaboración de obras futuras. Un “libro de recuerdos”, lleno de artículos de todo tipo, donde cada libro era único en relación a las experiencias y los intereses particulares de su creador. Un copiar y pegar que simbolizaba una nueva manera de relacionarse con la cultura y de construir el conocimiento como una obra colectiva.

En Inglaterra se le conoció como Common Places Book o libro de los Lugares Comunes (del término latín locus communis que significa “tema de carácter general”) y hacia el siglo XVII era una práctica muy difundida entre lectores, escritores, estudiantes y académicos como una ayuda para recordar conceptos útiles o hechos y materias que habían aprendido. El commonplacing se enseñaba formalmente a los estudiantes universitarios en instituciones como Oxford y Harvard y autores como John Milton, Francis Bacon, Coleridge o Mark Twain lo utilizaban declaradamente como método de trabajo. 

Esta práctica fue perdiendo divulgación con los años aunque se mantuvo como técnica de estudio popular hasta principios del siglo XX.  El creciente desarrollo de los procesos de imprenta y reproducción de textos e imágenes y el acceso cada vez mayor a la información acabó por convertirla en un procedimiento innecesario y obsoleto.


Sin embargo resulta llamativo el mecanismo de apropiación que suponía. Ese acto de elección totalmente subjetivo, mediante el cual su autor seleccionaba estractos de información y lo organizaba dentro de un nuevo contexto común. Rastros que hablan de las preocupaciones e intereses de los hombres de una época, pero que contemplados en su nuevo conjunto también pueden ofrecernos pistas sobre la vida y las inquietudes privadas de su creador.

A mi me ocurre algo parecido con las imágenes. En este presente saturado de ellas, de vez en cuando aparece alguna que ejerce un poderoso e inexplicable poder sobre mi atención y mi ánimo. La mayoría de las veces no puedo determinar con claridad la causa de ese magnetismo, pero lo cierto es que se transforma en una urgencia ineludible y en la necesidad de apropiarme de ella. Creo que en ese momento la imagen empieza a existir de manera diferente en mi interior y a formar parte de esa secreta configuración de ideas y de sensaciones, de recuerdos y de emociones que constituye la densa e intangible trama de nuestra experiencia íntima. La vida privada de las imágenes que sirve para explicarnos aquello que a menudo resulta tan complicado de expresar verbalmente, mediante el frondoso lenguaje de símbolos en el que habitan los lugares comunes.

Al fin y al cabo no es algo que debiera sorprenderme, todo el mundo sabe que una imagen vale más que mil palabras.



Galería Contrast




El Héroe (2012) Óleo sobre tela, 100 x 100 cm.



Remembering Malcolm (2012) Óleo sobre tela, 100 x 100 cm.




Viernes 3 a.m. (2012) Óleo sobre tela, 100 x 100 cm.




Tarde en el parque. (2012) Óleo sobre tela, 80 x 80 cm.




Sunday  (2012) Óleo sobre tela, 100 x 100 cm.



Afterglow II (2012) Óleo sobre tela, 81 x 100 cm.






STORYBOARD

Una de las mayores motivaciones que encuentro en la práctica de la pintura, es esta especie de incierto fenómeno alquímico mediante el cual la materia informe va mutando gradualmente hasta devenir en imagen. La imagen pictórica es el último momento de un proceso y, a la vez, el inicio de otro. Una frontera que divide los dos términos fundamentales de la intersubjetividad que supone la pintura: por un lado todo el conjunto de los procedimientos, reflexiones, backgrounds y referentes involucrados en su creación, y por otro el acto de interiorización mediante el cual el observador incorpora esta imagen a su sistema de relaciones y la "arranca" del cuadro.

Los cuadros de la serie Storyboard se inspiran en las transformaciones que sufre el espacio cotidiano bajo la mirada del cine, y en la importancia del lenguaje cinematográfico en la construcción de nuestros imaginarios. En ellos me sirvo del paisaje urbano por su cualidad de lugar familiar y accesible a la experiencia del observador, y por el potencial simbólico y narrativo que puede ofrecer al ser sujeto de una puesta en escena que pervierta, precisamente, esa visión de familiaridad.

De esta manera utilizo la imagen de la ciudad como metáfora de las relaciones buscando crear escenarios de encuentros o de rupturas. Un punto de tensión entre el adentro y el afuera, entre lo pasado y lo presente, entre lo relativo y lo absoluto... Dialécticas ocultas tras los pliegues de lo cotidiano y dispuestas para ser descubiertas, intuidas, reinterpretadas y enriquecidas por la mirada del observador.


Barcelona, otoño de 2011












What's So Funny? Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Box-Office Óleo sobre madera, 46 x 55 cm. 2011


Time Out Óleo sobre madera, 46 x 55 cm. 2011



Firework Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Bye Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Afterglow Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Roundabout Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Summertime Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011

Beware of the Dog Óleo sobre tela, 46 x 55 cm. 2011




















EL JARDIN SECRETO

Me gusta entender la pintura como un instrumento de evocación. Una suerte de pasadizo secreto capaz de conectarnos con imágenes, sensaciones y experiencias almacenadas y ocultas por mucho tiempo en nuestra memoria. Una conexión involuntaria que se inicia en algún lugar de la superficie del cuadro, siempre de forma diferente para cada diferente espectador, y que se va adentrando por el cause de los sentidos desplegando un nutrido desfile de imágenes, símbolos y asociaciones, hasta erigir complejas configuraciones que completan y muchas veces trascienden aquello que el pintor buscaba representar.




Me interesa especialmente ese mecanismo de interiorización que se opera en el espectador, pues creo que es en ese momento cuando el solitario ejercicio de la creación pictórica cobra sentido. El territorio de la pintura como lugar de encuentro y de transferencia. Desde una intimidad a otra en el silencio de esos mundos que nunca se mueven.





Barcelona, otoño de 2010









Jardín 13 (La Intranquilidad) 2010, Óleo s/tela 46 x 55 cm.





Jardín 12 (El Héroe) 2010, Óleo s/tela 46 x 55 cm.


Jardín 11(2010),Óleo s/tela 81 x 60 cm.





Jardín 10 (Resplandor Crepuscular) 2010, Óleo s/tela 61 x 46 cm.


Jardín 09 (El sendero) 2010 Óleo s/tela 46 x 61cm.



Jardín 08 (2010) Óleo s/tela 81x 60 cm.


Jardín 07 (2010) Óleo s/tela 81 x 100 cm.


Jardín 06 (2010) Óleo s/tela 81 x 100 cm.


Jardín 03 (2009) Óleo s/tela 81 x 100 cm.


Jardín 01(2009) Óleo s/tela 81 x 100 cm.






>>>EN TRÁNSITO

En el verano de 2007 comencé una serie de pinturas realizadas a partir de imágenes de Santiago de Chile, obtenidas desde una red de cámaras de vídeo-vigilancia emplazadas sobre la ciudad para el control del tráfico. Lo que en un principio pretendía hablar sobre la fragilidad de los recuerdos en esa peculiar manera de estar a solas que supone la experiencia migratoria, se fue convirtiendo en una reflexión en torno a las relaciones que iba descubriendo entre memoria, distancia y lugar. Curiosamente, la nostalgia me obligaba a mirar el territorio con otros ojos, y al tratar de reconstruirlo mediante este "dispositivo remoto" estaba propiciando ese distanciamiento de la mirada que en pintura hace posible la concepción del paisaje. 



Barcelona, otoño de 2009.



Apoquindo - Manquehue V  (2009) Óleo sobre tela. 130 x 195 cm.




Alameda - Plaza Italia II  (2009) Óleo sobre tela. 130 x 195 cm.


Alameda - Plaza Italia   (2009) Óleo sobre tela. 81 x 100 cm.


V.Mackenna - 10 de Julio II  (2009)  Óleo sobre tela. 81 x 100 cm.



Santa María - Recoleta  (2009)  Óleo sobre tela. 81 x 100 cm.



Alameda - Estación Central  (2009)  Óleo sobre tela. 97 x 130 cm.



Irarrázaval - Macul III  (2009)  Óleo sobre tela. 97 x 130 cm.



Plaza Italia - Pio Nono  (2009)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



Apoquindo - Manquehue III  (2009)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



Irarrázaval - Macul II  (2009)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



Alameda - Santa Rosa III  (2008)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



Alameda - Santa Rosa II  (2008)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



C.Caro - Puente Loreto  (2008)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



Santa María - Recoleta  (2008)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



Apoquindo - La Gloria  (2008)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



Apoquindo - Manquehue II (2008)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



Apoquindo - Manquehue  (2008)  Óleo y acrílico sobre tela. 130 x 130 cm.



C.Caro - Independencia  (2007)  Óleo, acrílico y rotulador s/tela. 97 x 130 cm



Vitacura - Holanda   (2007)  Óleo, acrílico y rotulador s/tela. 81 x 100 cm



Irarrázaval - Macul  (2007)  Óleo, acrílico y rotulador s/tela. 81 x 100 cm



Alameda - Matucana   (2007)  Óleo, acrílico y rotulador s/tela. 97 x 130 cm



Alameda - Santa Rosa  (2007)  Óleo, acrílico y rotulador s/tela. 97 x 130 cm





 escobarelorza@gmail.com